Paseando por los bosques de Babalonia, en los rincones más inhóspitos de Navonia, podemos encontrar a los Babalónicos, hombres y mujeres que desean estar lejos del resto de la humanidad, pero estos bosques guardan criaturas increíbles, como los herbáceos, protectores del bosque, seres gigantes que viven muchos años y se pasean a voluntad… libres. Pocas veces se dejan ver, pero cuando logras encontrarlos… o en realidad ¿Ellos te encuentran a ti?…
El punto es que fuí a acampar por unos días, alejarme de todo, y mientras disfrutaba de los verdes bosques, las aguas claras, el canto y aleteo de los pájaros, escuché unos ruidos de ramas, y ahí estaba él, haciendo su magia, la llegada de la primavera los hace más activos y ayudan a florecer a los más pequeños, guiándolos y fortaleciendo sus raíces.
No quise molestarlo, así que me quedé donde estaba, observando. Él me miró de reojo y me invitó a mirar más de cerca el milagro de la naturaleza, puso en mi mano un pequeño bulbo y él lo tocó, sentí como se retorció en mi mano y con su dedo cavó un pequeño pozo, me indico que lo deje allí. En ese momento me sentí grande y poderoso como un herbáceo, pero a la vez diminuto, la magia inmensa que rodea el bosque, no le pertenece a este ser, él es solo un instrumento y yo ahora era parte de este milagro.
Esa noche casi que no dormí, era como si la noche me hablara y no podía entenderla con palabras, solo en mi ser, en mi alma, en mis sentimientos… La magia llegó a mi corazón y nunca, pero nunca más me sentiría igual.
Basado en la imagen de «nalina24» – «unexpected encounter»
